La verdad sobre el
SIDA
por
Gene Antonio
El
pueblo ha sido engañado y mal
informado por los medios de comunicación y por las propias autoridades
gubernamentales, encargadas de defender y proteger la salud de nuestra nación.
Estamos en presencia de la peor, y la más terrible y mortal epidemia en la
historia.
Antes que nada debemos
aclarar qué es el SIDA (AIDS). El Sida es la etapa final de un largo proceso de
destrucción del organismo humano por el lentivirus mal llamado HIV o virus que
destruye el sistema inmunológico del cuerpo humano. Y digo que es mal llamado
así, porque dicho virus tan pronto entra al cuerpo humano ataca al sistema
nervioso central, el cerebro y la médula espinal. Aún antes de inutilizar a las
células T4, que controlan el sistema de inmunidad y defensa que el cuerpo posee
para luchar contra las infeccines, convierte a las T4 en aliadas para diseminar
la enfermedad a través de todo el organismo. El virus del SIDA destruye las
células del cerebro causando un deterioro mental progresivo. Todos los órganos
importantes son blancos de este virus mortal, el corazón, los pulmones, los riñones,
el hígado, el páncreas, los músculos, la piel, etc.
Entre que el HIV, un
lentivirus, entra al organismo y el período llamado SIDA en que aparecen sus
manifestaciones clínicas, pueden transcurrir de 7 hasta 20 años, con un promedio
de 10 años. Lo terrible e insidioso de este retrovirus es que según penetra al
organismo pasa a formar parte del DNA de las células que ataca y empieza un
proceso de mutaciones tan vertiginoso que según el francés Dr. Luc Montagnier,
co-descubridor del virus del SIDA, hace prácticamente imposible producir una
vacuna eficiente contra todas las variedades o cepas del virus. Afirma el Dr.
William Haseltine, prominente investigador de Harvard: "Estábamos sobresaltados,
este virus muta 1,000 veces más rápido que los genes hasta entonces conocidos."
Investigadores franceses han aislado en un paciente del SIDA una forma mutante
del HIV, que es 100,000 veces más poderosa y más contagiosa que los virus del
SIDA hasta ahora conocidos, y casos de similar virulencia se han identificado en
el Japón.
La gran tragedia es
que no hay forma de sacar al virus del SIDA una vez que el individuo es
infectado, ya que al formar parte de su DNA la persona queda genéticamente
estampada para siempre como un portador del virus. No hay droga que pueda
separar al virus de los genes de las células que ha penetrado. Para ello sería
necesario matar todas las células infectadas matando al
individuo.
Otra terrible
característica del virus de SIDA es que una vez dentro del cuerpo nunca está en
estado durmiente o inactivo, sino que se mantiene desde el principio mutando y
replicándose constantemente a través de todas las fases de la enfermedad. No se
trata simplemente de un proceso infeccioso, sino de una enfermedad infecciosa
degenerativa con una tasa de mortalidad del 100%.
El Dr. Stanley
Monteith en un folleto "To Deceive a Nation: AIDS Update 1993" ("Engaño a una
Nación: El SIDA en 1993"), y en su libro "AIDS, The Unnecessary Epidemic" ("El
SIDA, la Epidemia
Innecesaria"), afirma que nuestra nación y el mundo han sido
engañados acerca de esta terrible epidemia y que hay una serie de mitos y
mentiras diseminadas por la prensa, que han ayudado a la propagación exponencial
de este flagelo.
Un grave mito
es que el virus
del SIDA muere en el medio ambiente tan pronto sale de la persona infectada. Lo
cierto es que
el HIV o virus del SIDA es uno de los más resistentes que se
conocen. De acuerdo a un estudio hecho por el Instituto Pasteur de París y
publicado en la prestigiosa revista médica inglesa The Lancet, (9/28/1985,
pag.721-722) en tests de laboratorio se comprobó que el virus mantenía su total
capacidad infecciosa en un medio seco o en medio húmedo por cuatro días a la
temperatura ambiente, y que a los siete días sólo había disminuido ligeramente
su capacidad infecciosa. Según dicho estudio "...esta resistencia puede explicar
la aparición de casos de SIDA en grupos no de riesgo... es más, se deben tomar
más medidas de precaución en hospitales, dentistas..."
Además, según afirma
el Dr. Monteith, por años se les decía a los médicos que el alcohol mataba el
virus e incluso el
Centro de Control de las Enfermedades de los Estados Unidos
afirmaba, que una solución de 1:10 de "bleach" (blanqueador) bastaba para matar
el virus. Lo cierto es que es necesario para matar el virus una solución de 1:5
de "bleach" o una preparación de Lysol dejada en contacto con el virus por lo
menos 2 minutos.
Aunque el SIDA se ha
propagado, principalmente debido a la promiscuidad y aberraciones de las
relaciones homosexuales contra-natura y entre los adictos a las drogas, también
la población heterosexual, especialmente aquellos más promiscuos, sean hombres o
mujeres, están siendo infectados en proporciones cada vez más crecientes. Esto
sin contar el desolador cuadro de niños infectados en el vientre materno o,
después de nacer, a través de la leche materna, y de las personas inocentes que
están siendo infectadas a través del contacto con la sangre o fluidos de
personas portadoras del mortal virus. Hoy en día en los E.U.A., esta enfermedad
es la segunda causa de muertes entre los jóvenes de 15 a 40 años, y la quinta entre
las mujeres jóvenes. Los casos de SIDA que se reportan hoy han estado por los
diez o doce años anteriores infectando, a veces sin saberlo, a cientos o miles
de otras personas. Cuando los grupos calificados de "alto riesgo" han sido casi
totalmente infestados (homosexuales y adictos a las drogas), el virus se
extiende a otros grupos calificados previamente como de "bajo riesgo". En los
EE.UU. el SIDA creció en el último año en un 38% entre los heterosexuales. En
Africa el SIDA se extendió predominantemente entre los
heterosexuales.
Según estudios hechos
por el D.C. Family Research Council (Concilio de Investigación de la Familia del
Dpto. de Columbia), entre los homosexuales el promedio de edad de los que mueren
del SIDA es 39 años, mientras que la edad promedio de los homosexuales que
mueren por todas las otras causas es 41 años. Sólo el 1% vive 6.5 o más años y
un 3% más de 55 años. Esto es el resultado de una vida de extrema promiscuidad,
los estudios hechos denotan que el 43% de los hombres homosexuales admiten haber
tenido sexo con 500 hombres, el 28% con más de 1000 y los "casimonógamos", con
10 o menos en toda su vida. Así se convierten, al ser destruídas sus defensas
por el HIV, en un fértil caldo de cultivo para la formación de nuevas cepas de
virus más infecciosas y mortales, causa y efecto del constante proceso de
reinfectación que conlleva esa vida de promiscuidad. Es por tanto diabólico
promover entre nuestros niños la homosexualidad como un simple estilo de vida
alterno, cuando estadísticamente se ha probado que ese sistema alterno de vida
destruye al ser humano en la flor de la vida, acortándole dos o tres décadas la
longevidad de su vida.
Según una encuesta
reportada por elCDC hecha en 1988 entre 1,481 hombres solteros de
18 a 29
años, el 14% de ellos habían tenido en el último año relaciones sexuales con
5 a 10
mujeres. Eso es el equivalente, a nivel nacional, de casi un millón de jóvenes
diseminando el virus entre 5
a 10 mujeres cada uno. Así pues, es la promiscuidad
homosexual o heterosexual, la mayor responsable de la propagación de esta
terrible epidemia.
Hay un creciente
número de trabajadores de los servicios médicos, infectados a través del
contacto con la sangre o con secreciones de personas portadoras del virus. El
OSHA ha advertido del peligro de infección por la saliva, requiriendo que los
dentistas y sus ayudantes usen máscaras, guantes, caretas y batas para evitar el
contagio. En un artículo publicado noviembre 3 de 1992 en la revista People, se
afirma que el CDC (Centro para el Control de las Enfermedades de Estados
Unidos), ha admitido que hay 85 casos de niños infectados sin poder determinarse
la causa.
Según el Dr. Monteith hay cientos de casos a través de esta
nación que han adquirido el virus sin pertenecer a los grupos reconocidos como
de alto riesgo, y sin que se sepan las causas de su infección. El CDC ha
advertido que la piel y las membranas mucosas de los ojos, la nariz, la boca y
posiblemente el sistema respiratorio (tráquea, bronquios, pulmones), deben ser
considerados como puntos de entrada del virus.
Sin embargo, se
propaga el mito de que el virus no puede transmitirse por la saliva, a pesar de
que ya se había reportado el 22 de diciembre de 1984 en la revista The
Lancet, la transmisión de la enfermedad por medio del beso en
la boca y en la misma revista se reportó el 20 de septiembre de 1986, la
infección de un niño a través de la mordida de un hermano. La saliva es otro de
los fluidos del cuerpo que pueden transmitir el SIDA. El Dr. William Roper,
director del Centro para el Control de las Enfermedades, dice que el CDC
considera que el beso sexual apasionado tiene el potencial de propagar
la epidemia.
También se reportaba en Junio 18 de 1988, la transmisión del
virus entre homosexuales por medio de la saliva durante las relaciones sexuales
orales. Se ha demostrado totalmente que hay más concentración del virus del SIDA
en la saliva que en la sangre, en estudios hechos por la Escuela de Medicina
Dental de la Universidad de Montreal, siendo ésta tan infecciosa o más que la
sangre.
Científicos del
Departamento de Biología del Cancer, de la Escuela de Salud Pública de Harvard,
determinaron ya en 1986, que era posible hacer un test del SIDA por medio de
la saliva. Roger
Clemmons, profesor del College de Medicina Veterinaria de la
Universidad de la Florida, obtuvo una patente en 1991 para un test de la saliva,
que puede diagnosticar simultáneamente la presencia del HIV en menos de 8
minutos y de la Hepatitis
B en menos de 5 minutos. En más de 2,000 pruebas hechas en
cientos de personas, el test fue 100% sensitivo en detectar la presencia del HIV
en la saliva.
Los anticuerpos presentes en la saliva no destruyen al virus
del SIDA. Usando el método Clemmons se pueden hacer chequeos en masa de la
población, a un costo de menos de $5 por test, con una sensitividad y
especificidad igual o mayor que la lograda en exámenes de la
sangre.
Investigadores del
Centro Médico de la Universidad de New York afirman, que el hecho de que el HIV
se ha detectado en la orina de personas con SIDA, sugiere que ésta pueda ser
infecciosa. Estudios hechos en el hospital Middlesex de Londres demuestran la
posibilidad de lograr una exactitud del 99.7% al 99.9%, en tests hechos para
detectar anti-cuerpos del HIV en la orina.
Ante una enfermedad
infecciosa tan devastante y cruel como el SIDA, es imperativo que se tomen
medidas extremas, para minimizar el riesgo de transmisión del virus de una
persona enferma a otra sana. Los pacientes portadores del HIV tienen el riesgo
de caer víctimas, y a su vez transmitir, otras enfermedades infecciosas por
haber perdido sus defensas naturales. Tal es el caso de las hepatitis A,B y C,
amebiasis, salmonellosis, streptococcus pneumoniae, tuberculosis, y toda la gama
de enfermedades venéreas: gonorrea, sífilis, herpes genital, el papillomavirus o
verrugas venéreas, la chlamydia, trichomoniasis; algunas convertidas en nuevas
cepas más virulentas al incubarse en los enfermos del SIDA. De
12 a 14
millones casos de enfermedades venéreas son reportados anualmente en los Estados
Unidos.
Otro hecho importante
del que no se habla es, que las células Langerhans que se encuentran en el
tejido subcutáneo de la piel y de las membranas mucosas de la boca, bronquios y
pulmones, son unas de las primeras celulas que ataca el HIV. Hay un caso
publicado en la revista
Lancet en 1990 en que durante un juego de balompié en Varese,
Italia, al chocar dos jugadores, uno de ellos, que era adicto a las drogas y
portador del HIV, le transmitió al otro la enfermedad. Hay otros casos
reporatados en los estados Unidos y en Inglaterra de transmisión del SIDA
durante eventos deportivos. Especialistas del Instituto de Medicina Tropical de
Hamburgo hicieron un estudio de 150 biopsias de pacientes en distintas etapas de
la enfermedad y encontraron la piel saturada del HIV. Según estudio presentado
en 1991 en la VII Conferencia
Internacional sobre el SIDA celebrada en Florencia, no se puede
seguir asumiendo que la infección ocurre exclusivamente a través de heridas en
la piel o por las membranas mucosas, los resultados sugieren que el HIV puede
transmitirse a través de la piel intacta. Esto tiene transcendental importancia
para las fuerzas armadas, donde la sangre y los fluidos del cuerpo pueden causar
infecciones en masa, al ponerse en contacto con la piel y mucosas del personal
no infectado.
La aparición entre los
pacientes infectados con el HIV, de nuevas cepas de tuberculosis resistentes a
tratamiento por fármacos es alarmante. Según Margaret A. Fischl, M.D., de la
Escuela de Medicina de la Universidad de Miami, esta nueva forma de tuberculosis
resistente a todas las drogas conocidas, se está diseminando a través de los
hospitales en los Estados Unidos, matando al 89% de los pacientes infectados.
Esta tuberculosis es altamente contagiosa y se puede transmitir por el aire.
Según el Dr. Dixie Snider, máximo experto en tuberculosis del CDC, "Nunca en la
historia reciente ha sido la tuberculosis de preocupación tan grande, y con
razón, ya que la tuberculosis está fuera de control en este país." Hace diez
años la tuberculosis se había erradicado casi totalmente en los Estados Unidos,
el pasado año se reportaron 25,000 nuevos casos.
Según autoridades
federales el 85% de los pacientes de TB están infectados también con el HIV.
Afirma el Dr. Michael Iseman del Centro Nacional Judío para Inmunología y
Medicina Respiratoria de Denver, Colorado, "el costo de tratar a un sólo
paciente de la tuberculosis resistente a drogas, puede llegar a $250,000, y de
aquellos tratados en este Centro el 47% no respondió al
tratamiento."
Se reportó en un
artículo publicado en el Medical World News de junio de 1992, High Rate of TB
Infection Among Hospital Doctors (Alta proporción de infección tuberculosa entre
los médicos de los hospitales), que en dos de los grandes hospitales docentes de
Nueva York, al menos 100 pacientes fueron infectados con la mortal tuberculosis
y que al menos 19 empleados fueron infectados en el desempeño de su trabajo.
Atlanta, Georgia, ha sobrepasado a Nueva York con la mayor incidencia de TB en
los Estados Unidos, reportando un aumento del 50% en el último año. Esta
enfermedad por su fácil propagación a través del aire y por su alto índice de
mortalidad, puede tener consecuencias catastróficas para la
humanidad.
Otro mito que es
realmente criminal es la promoción de la promiscuidad entre los estudiantes, ya
desde la escuela elemental, bajo el pretexto de una llamada "educación sexual",
donde se les entrega preservativos a los niños asegurándoles que con su uso van
a poder tener unas "relaciones sexuales seguras". Es criminal porque el SIDA no
es un resfriado que se cura en una semana, es una enfermedad infecciosa mortal
en el 100% de los casos y, hasta el momento, sin posibilidad de
cura.
Se ha demostrado que
virus y bacterias penetran los guantes usados en cirugía y esos guantes son seis
veces más gruesos que el material usado en los preservativos. Esa es la razón
por la cual se les advierte a los cirujanos que deben usar dobles y hasta
triples guantes. En el estudio más grande hecho sobre los guantes de cirugía
usados en los hospitales, se encontró que algunas marcas tiene fugas en más de
un 30% de los casos, lo cual permitiría el paso de los virus del SIDA, la
hepatitis y muchas otras enfermedades.
Durante un estudio
hecho en San Antonio se encontró que de una muestra de 680 guantes quirúrgicos,
el 60% de ellos tenían perforaciones. En una investigación hecha por la
Universidad de Texas en salones de cirugía y en clínicas dentales, usando un
nuevo detector electrónico, se encontró un 25% de fallos aún usando dobles
guantes.
El HIV es 450 veces
más pequeño que el espermatozoide y los preservativos y los guantes quirúrgicos
tiene normalmente poros de hasta 5 micrones, mientras que el virus del SIDA
tiene un tamaño de 0.1 de micrón. Pensar que uno está protegido de ser infestado
por estar usando un preservativo es jugar a la ruleta rusa, dejando 4 balas en
el revólver.
Otro de los mitos es
que si se usa el preservativo con un espermicida como el Nonoxynol-9 se aumenta
la protección durante el acto sexual. La tragedia, nos dice el Dr.Monteith, es
que se les recomienda su uso a los niños en nuestras escuelas, cuando se ha
comprobado científicamente que esto aumenta el riesgo de infección del HIV.
Según un estudio publicado en julio 22 de 1993, en JAMA (revista de
la
Asociación Médica Americana), el Nonoxynol-9 aumenta las
ulceraciones de la vagina, facilitando la penetración del HIV. En un estudio
realizado en prostitutas en Kenya el grupo al cual se le dio preservativos se
infectó en un 36%, mientras que otro grupo que recibió preservativos con
Nonoxynol-9, se infectó en un 45%, demostrándose conclusivamente que el uso del
Nonoxynol-9 aumenta la incidencia de infección por el HIV. Esta información fue
presentada en la conferencia mundial sobre el SIDA celebrada en Montreal en
1989. Sin embargo, nos dice el Dr. Monteith, los activistas del SIDA siguen
intencionalmente propagando una información falsa que pone en peligro de muerte
a nuestros niños.
Durante el Congreso
Mundial de Sexología celebrado en Heldelberg,la Dra. Theresa Crenshaw
preguntó a los 800 sexólogos presentes: "Si encuentran el compañero de sus
sueños, y saben que tiene el HIV, ¿cuántos de ustedes tendrían relaciones
sexuales dependiendo del uso del preservativo como protección?" Ni uno sólo
levantó la mano, a pesar de que la mayoría lo recomienda a sus pacientes. En un
estudio hecho en la Florida entre heterosexuales, el 30% se infestó con el HIV
de su pareja, a pesar de que ellos sabían que la otra persona estaba infestada y
habían usado cuidadosamente el preservativo.
El primer instinto de
la persona es el de la preservación de la propia vida. Ante una enfermedad
degenerativa que se transmite a través del acto sexual y a través del contacto
directo con los fluidos de la persona enferma (sangre, saliva, orina, etc.), hay
que hacerle ver a la juventud que no hay más "sexo seguro" que el no tener
relaciones sexuales es no sólo por razones morales, sino porque es un asunto de
vida o muerte. Hay que esperar al matrimonio para poder disfrutar a plenitud del
segundo instinto más fuerte del ser humano, las relaciones sexuales y la
procreación, sin olvidarnos que en el ser humano el impulso sexual va acompañado
del amor, sentimiento transcendental que nos acerca al Creador y nos separa del
puro instinto animal de la conservación de la especie.
La naturaleza no
reconoce estilos de vida depravantes y actos sexuales contra-natura, sean estos
homosexuales o heterosexuales. Hay un dicho muy cierto que afirma que Dios
siempre perdona nuestros errores, los seres humanos a veces perdonamos, pero la
naturaleza nunca perdona. ¡Basta de engañar a la juventud! Debemos parar la
promoción de la promiscuidad, la pornografía, el hedonismo, la perversidad y la
violencia, promovidas por Hollywood y la televisión. Digamos no a
esa cultura de muerte que empieza matando al niño en el vientre materno y
terminará con la eutanasia de los ancianos. Decenas de miles de jóvenes se
hubieran salvado si la verdad se les hubiera presentado en toda su crudeza a
tiempo. Nadie sucumbiría a la lujuria en la busca del placer carnal, si supiera
que ello podría acarrearle una forma de muerte tan cruel. Hay que poner de moda
la exaltación del valor de la virginidad y la castidad, si queremos preservar
nuestra juventud para un mundo mejor.
__________
NOTA: Conferencia
pronunciada por el doctor Gene Antonio durante el Congreso Mundial de Human Life
International celebrada en Houston del 14 al 18 de abril. Gene Antonio es autor de dos libros
sobre SIDA: "Aids: Rage and Reality, Why Silence is Deadly (El Sida: Furor y
Realidad, ¿Porqué es Mortal
el Silencio?) y The AIDS cover-up?.
Fuente www.vidahumana.org/vidafam/sida/verdad_sida.html